domingo, 11 de noviembre de 2007

pulgarcito

Ya no importa el afán con que busqué besarte la boca,
ni importa que septiembre asome con corona de caléndulas;
esta tarde palpo con el tacto de la voz una verdad pequeña
y es que, quiera o no te quiera, condenado quedo a tu belleza.

Ya no me inquieta el invierno frizado, la tarde rota por el sol
o las amatistas engastadas tras el bucle fluvial de los rizos lacios,
ni los silencios atenienses con que nos besamos vocingleros cuando amantes,
pues el amor desarma con sus abrazos espartanos los blasones florales de la risa
más pintada.

Ya no me importa la tilde bien peinada de mi nombre
o que el diptongo dúctil del tuyo se manche de haches;
ya no me importa que la flor que te ofrecí se marchitase,
que no seas ni media naranja, ni me ames.

Me niego a aceitar los rulemanes del olvido,
a sumar las edades y promediarlas con buena nota de concepto,
a esperar a crecer, medirme el talle,
o a amanecer contando las estrellas.

Ya no me importa el tanto afán que puse,
la paga innoble en tu acertijo de silencio,
ni el vestido de novio que vestí frente el espejo.

Que ponerme triste por cosas que no se pueden remediar…
que ponerme triste por ser vos linda y no gustarte yo…
es como rascarse los granitos
con dolor de uña.

Jota D´alessandro

1 comentario:

Anónimo dijo...

me siento alagado y umillado, alagado por estar en tu blog sin querer estar, umillado porque no soy capaz de escribir una sola estrofa sin tropezar con otra estrofa peor... Gracias diogo... (El poema nunca fue autorizado por su autor, qué es una autor? Michel Foucault... )