viernes, 3 de octubre de 2008

un tal tales..

Refiere Aristóteles una anécdota muy curiosa, que tiene a Tales de Mileto como protagonista. Voy a dejar que sea el propio estagirita quien la relate, exactamente como lo hizo en el primer libro de la Política.

Dice Aristóteles: "Como algunos le reprochaban, en razón de su pobreza, que la filosofía no produce provecho alguno, se cuenta que, habiendo previsto gracias a sus conocimientos astronómicos que la producción de aceitunas sería abundante, dispuso del pequeño capital que poseía, cuando aun era invierno, para obtener bajo fianza todos los molinos de aceite de Mileto, los que arrendó a bajo precio, ya que no tenía ningún competidor. Cuando llegó el momento propicio y fueron muchos los que al mismo tiempo acudieron, de pronto, en demanda de molinos, Tales los arrendó al precio que quiso, logrando reunir mucho dinero, para demostrar que los filósofos pueden enriquecerse fácilmente, si así lo desean, aunque no constituye ése su propósito."

Uno de los Siete Sabios de Grecia, versado en ciencias como la astronomía, la geografía, la ingeniería y la matemática. De la época en la que se contemplaba a la naturaleza para simplemente asombrarse de su belleza y armonía, y no para dominarla, arrasarla o conquistarla. Fue el primero en preguntarse por el origen o principio de todas las cosas, para luego concluir que el agua es aquel elemento constitutivo del cual parte toda la realidad.

En fin, un cráneo este Tales. Y todo así tuvo que bancarse que ciertas viejas molestas vinieran a decirle "Eh vos, que te hacés el filósofo, mirá como te morfan los piojos". Y no solo que se las bancó como un duque, sino que se dio el lujo de demostrarles que la filosofía, o el pensamiento, no está al servicio de la crematística o los agentes de bolsa.

Y ahora recuerdo a aquella otra anécdota (como de Tales no se conservó ningún escrito, sólo nos referimos a él mediante anécdotas de terceros, como haciendo las veces de un Rial de la Grecia Clásica), tan desparramada por todo el mundo, gracias a la cual Tales es conocido popularmente como el gil que iba contemplando las estrellas y se cayó adentro de un pozo. Y no termina ahí, sino que acto seguido apareció una vieja y le dijo algo así: (se recomienda leer lo que sigue en voz alta, con voz de vieja muy pero muy chota) "Ay Tales, Tales querido.. ¿Cómo quieres entender algo sobre los cielos y las estrellas, si ni siquiera eres capaz de mirar por donde caminas?

Muy tranquilo el tipo, salió del pozo, se limpió con displicencia su túnica, y se fue a su casa a predecir un eclipse. Corría el año 585 AC, y nacía la filosofía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaj muy bueno!

Anónimo dijo...

..."Los artistas que dan al mundo cosas verdaderamente nuevas y grandes están condenados a una larga espera antes de que les reconzcan su mérito"...

Tomás dijo...

muy bueno encontrar alguien que tenga algo para decir entre tanto blog berreta dando vueltas.
ya sos parte de mis recomendados, te estaré leyendo!