sábado, 17 de mayo de 2008

Para las almas sensibles de esta pálida ciudad..
Pez


Ella se enamoró de una mentira bien musitada,
y él
no sabe qué decir
ya.

Ella le habla sin antifaz,
le dice algo sobre sus ojos
y él
no entiende.

Ahora ella llora lagrimas vacuas ´ad.a
y manda señales,
virtuales.

Ella es inefable.


Ya no hay distancia

a h o r a e s a b i s m o

e n t r e c u e r p o y c u e r p o



Ahora es una continuación de la nada
lo que los separa.



Ella nunca le creyó
nada,

pero todavía lo encuentra

cada tanto

en el teatro

donde ambos actúan.



y


h a b l a n . . .


( n o )

3 comentarios:

lapsuscalami dijo...

diogo, este poema me gusta mucho, está muy bueno... el final sobre todo... bah... viste... a mí los finales me deciden siempre... me gusta el tono del poema (quizá porque en ninguno momento dice que se trata de un poema y como lector me atrevo a vivirlo... como me pasa con la buena poesía... no sé...)
Menos mal que visité tu blog ahora, sino me iba a arrepentir haber dejado pasar tanto tiempo, tantos poemas...

esta línea de poesía me gusta mucho... quízá porque sea un poema triste? no sé, no sé...

abramowich, x.

Anónimo dijo...

y si, siempre es igual, la tristeza y sus frutos.

abrazojota!

Unknown dijo...

Me gusta la narrativa...en parte t transporta a lo que viviste, algo asi como ver una pelicula comenzada pero que te gusto de inmediato.

Congrats!!