sábado, 26 de enero de 2008
domingo, 13 de enero de 2008
la noche se cierne sobre mi sombra.
apoya los coditos,
desnudos
sobre el filo de mi orgullo
me mira
mal,
y
me pregunta
¿hasta qué punto pensás que podes atravesarme?
esta noche?
si vos y yo
somos la misma cosa
si vos,
diego,
no sos más que una leve continuidad de mi
sombra,
un tumor que crece debajo de mi cama
un
accidente,
…un puro accidente.
un pedazo viscoso
entre humo y café negro,
entre ausencias
y soledades,
que me tortura hasta saber
que la noche y yo
somos la misma
nada.
el residuo de lo que ya nunca
volverá a ser
una flecha arrojada al viento
que no vuelve
que no vuelve nunca
¡punto!
ahora soy yo
diego
ésta pura
negación
el inquisidor:
y con qué derecho te crees vos,
noche,
para venir a cuestionarte
los límites
de tus propias preguntas.
quisiera ser el
refugio del no ser
quisiera ya no ver
espinas en tu voz
quisiera pues hoy no
quiero querer
quisiera serlo todo
pero ya no puedo ser
nada más que yo…
martes, 8 de enero de 2008
jueves, 3 de enero de 2008
Planear
viajes a lugares que nunca voy a ir
o imaginarte
de mi mano por las calles de París,
es como
poner un disco al revés
y sentarme a
esperar
un rayo, una
revelación de tu Dios.
Que por más
que adelanten una hora
en los
relojes del gobierno
no vas a
volver antes a mi lado.
Que el
tiempo me atraviesa
y vos que no
estás
y que está
todo mal,
menos vos,
menos vos,
porque vos
no estás.
Y el calor y
las agujas y los mosquitos,
aliados en
esta tortura contra mi cuerpo,
que es mi
alma
que no
existe ya,
se estancan
en la cornisa de mi piel
y se asoman,
y no ven
nada.
Sólo un
reflejo burdo con olor a sexo saciado
sólo un
instante de amor callejero que no llena
que vacía,
que no
llena…
Yo a tu
cuerpo lo toqué de oído.
Y ahora me
ahorco con la sábana sucia color carmesí,
mientras por
la ventana pasa un bigote blanco silbando,
que me
saluda
y me dice
feliz año, igualmente.
D.
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